Intervalos de inspección
Según los expertos, como la ya citada FLL, hay intervalos de inspección fijos para inspecciones regulares e inspecciones adicionales para ocasiones específicas.
El intervalo para las inspecciones regulares depende de las circunstancias de los árboles. Los árboles jóvenes se deben inspeccionar cada dos años, mientras que la inspección de los árboles viejos o ya dañados se debe realizar al menos una vez al año.
Es necesario realizar inspecciones adicionales, por ejemplo, después de fenómenos meteorológicos extremos, tras daños en los árboles o intervenciones significativas en los mismos.
Sin embargo, los ayuntamientos carecen a menudo de personal y recursos presupuestarios para realizar esas inspecciones imprevistas de los árboles. Los municipios se enfrentan a grandes retos ante el cambio climático y el aumento de las tormentas extremas y las lluvias torrenciales.
Examen visual y técnico
La inspección de los árboles tiene lugar en dos etapas, porque en el caso de algún tipo de sospecha, se llevará a cabo una inspección técnica tras un control visual.