Consejo STIHL
Con la ayuda de un medidor de humedad de madera, puedes averiguar rápidamente si cumples el límite legal o si necesitas almacenar la leña durante más tiempo, para estar seguro.
¿Quieres secar y almacenar madera para el invierno? Descubre cómo hacerlo.
11.05.2023
Incluso en condiciones óptimas de almacenamiento, el secado de la leña dura varios meses que pueden ser años en función del lugar de almacenamiento, el tipo de madera y el grosor de la leña. El tiempo mínimo es de 250 días; dos años es lo más habitual.
La leña se puede almacenar durante un máximo de 5 años. Si el periodo de almacenamiento es demasiado largo, existe el riesgo de que aparezca carcoma.
Lo mejor es almacenar la leña al aire libre bajo una cubierta bien ventilada en el lado sur de la casa para evitar que se pudra por la humedad. Puedes, por ejemplo, construir un leñero.
A partir de septiembre, deberías cubrir la leña para protegerla de la lluvia. Lo ideal es utilizar una cubierta. Una lona de plástico es menos aconsejable porque no permite salir la humedad y favorece la aparición de moho.
La leña fresca contiene entre un 40 y un 50 % de agua y pierde entre un 15 y un 20 % de humedad entre el primer y segundo año de secado, en función del tipo de almacenamiento y la clase de madera. Con un medidor de humedad de madera, puedes comprobar fácilmente estos niveles.
Lo recomendable es hacerlo en el lado sur de una casa, protegida de la intemperie, las precipitaciones y la humedad.
Si cortas tú mismo la leña, ahorras dinero. Sin embargo, para poder usarla para la calefacción, debes tener en cuenta algunos aspectos.
La leña fresca contiene entre un 40 y un 50 % de agua y, de acuerdo con la normativa vigente, no puede incinerarse directamente para limitar el humo y el polvo fino, que son nocivos para el entorno. Además, la madera húmeda también puede causar daños en la chimenea.
Para cumplir con el valor límite prescrito legalmente de un máximo del 25 % de humedad de la madera, deberías secar y almacenar la leña durante varios meses.
Secar bien la leña es sencillo, es cuestión de tiempo. Incluso con las mejores condiciones de almacenamiento, la madera necesita meses de secado. La recomendación es hacerlo, como mínimo, 250 días, aunque lo habitual es dejarla unos dos años. Sabrás que está seca porque pierde su color marrón intenso, se endurece y suena hueca al apilarla. Un medidor de humedad de madera te ayudará a valorar con mayor precisión el tiempo de secado necesario.
Guardar la leña correctamente es fundamental para evitar que se pudra por la humedad o se llene de moho. Debes tener más paciencia para secar la madera dura que la blanda, aunque la madera dura también es menos sensible a la humedad y al frío. Tampoco debes almacenar la leña durante demasiado tiempo, a partir de los cinco años, existe el riesgo de que aparezca la carcoma.
Es mejor almacenar en el exterior las grandes cantidades de leña protegiéndolas contra la pared sur de la casa. De este modo, le llegará suficiente aire y estarán aisladas de la lluvia o la nieve evitando que se pudra o se llene de moho. Lo mejor para almacenar leña, es un leñero de construcción propia.
Las pequeñas cantidades de madera también pueden almacenarse en el interior.
Nunca guardes la leña en el sótano o en el garaje, porque la falta de ventilación provocará humedad y facilitará la aparición de moho.
Una vez seca, para que sea más cómodo, puedes guardar la leña en tu propio leñero de interior, cerca de la chimenea y/o calefacción.
Si cortas tu propia leña, no es buena idea almacenarla en el bosque, ya que no estaría protegida de las condiciones meteorológicas adversas... ni de los robos.
Si vas a almacenar leña en el jardín, debes tener en cuenta las normativas locales. Normalmente, hasta 40 metros cúbicos de leña por parcela no suponen ningún problema. Si deseas apilarla y crear con ella una práctica pantalla de privacidad, debes respetar las distancias especificadas para el almacenamiento en el límite de la propiedad. Por razones de protección contra incendios, a menudo se exige por ley que los almacenes de leña tengan espacios entre ellos y los edificios vecinos.
No dudes en preguntar en tu ayuntamiento o diputación provincial lo que está permitido en relación al almacenamiento de leña en la zona.
Además, tienes que informarte sobre la normativa local o regional que regula los valores de humedad permitidos para la combustión de madera. Lo más habitual es que no esté permitido quemar madera con una humedad superior al 25 %. Se recomienda una humedad residual de aproximadamente el 15 %. Asegúrate de almacenar la leña durante un tiempo suficientemente largo, incluso si no la cortas tú mismo.
Consejo STIHL
Con la ayuda de un medidor de humedad de madera, puedes averiguar rápidamente si cumples el límite legal o si necesitas almacenar la leña durante más tiempo, para estar seguro.
Para apilar correctamente la leña, debes colocar unos cuantos troncos en cruz en la fila inferior para proporcionar una mayor estabilidad al conjunto.
A continuación, apílala sin apretarla para que entre los troncos pueda circular suficiente aire para el proceso de secado. En el caso de madera cortada de forma manual, estos huecos aparecen de todas formas debido a las pequeñas irregularidades de los troncos.
Si almacenas la madera en el jardín o en cualquier otro lugar al aire libre, evita que la leña entre en contacto con el suelo durante el almacenamiento para que se seque y no se pudra.
En una pila circular cabe mucha leña.
Si almacenas la leña en el jardín y tienes suficiente espacio, puedes apilarla en una pila circular. Este tipo de almacenamiento tiene la ventaja de que permite guardar cantidades más grandes de leña. Para hacerlo, coloca una base circular sobre una base impermeable y apila la madera en círculos desde el centro.
Cuando la pila alcance el metro de altura, incluye una capa intermedia de tablas para darle un extra de estabilidad. Una vez que termines, recuerda cubrir la pila de leña.
Una estantería para leña para el interior es un práctico elemento que atrae las miradas.
Aunque ocupa espacio, una pila de leña puede ser muy elegante. Si la almacenas cerca de una zona para sentarse, la madera, con su atractiva textura y su cálida fragancia, proporciona un entorno acogedor con encanto rústico.
Con un poco de habilidad, puedes probar a construir una estantería para leña de interior: un elemento práctico y atemporal que llamará la atención y te permitirá almacenar leña junto a la estufa o chimenea. Además, puedes colocar macetas o figuras en ella.