Plantar árboles: cómo y cuándo hacerlo

En el jardín puedes plantar un árbol que se adapte a la calidad del suelo y al tamaño de tu jardín. La lila de verano y el laburno son adecuados para los suelos calcáreos. Los abedules llorones y los arces de Noruega van bien en un sitio seco. El manzano ornamental o el tilo de hoja pequeña se adaptan en suelos limosos. Un cerezo, un castaño o un haya pueden plantarse bien en un jardín grande. En un jardín pequeño, la acacia globo, el cerezo ornamental columnar y los troncos altos parecen más armoniosos.

Para plantar un árbol, cava un hoyo en un lugar adecuado, introduce el árbol en el centro y vuelve a rellenar el hoyo. Los árboles recién plantados también dependen de los soportes para darles estabilidad. A continuación, riega abundantemente la zona plantada y aplica mulching.

El agujero para plantar un árbol debe ser aproximadamente el doble de ancho y un poco más profundo que sus raíces. De este modo, el árbol tiene espacio suficiente para formar raíces fuertes.

Los árboles se pueden plantar en primavera u otoño. Las temperaturas no son entonces ni muy frías ni muy calientes. Sin embargo, el mejor momento es el otoño, entre finales de septiembre y principios de octubre: es cuando los árboles de hoja caduca han perdido su follaje y ya no evaporan tanta agua, lo que favorece el crecimiento.

En general, puedes plantar cualquier árbol para combatir el cambio climático, ya que todo árbol produce oxígeno y filtra el dióxido de carbono del aire. Lo mejor es optar por árboles autóctonos que se adapten bien en tu zona y que no tengan un consumo de recursos extremadamente elevado.

El coste de la plantación de árboles es individual y se compone de muchos factores. El precio del árbol, el coste del trabajo y el posterior mantenimiento de los árboles o la posible mejora del suelo son algunos de ellos.

Si eres propietario, puedes plantar allí un árbol respetando los límites de la propiedad y la normativa local. Sin embargo, no se puede en carreteras, campos, bosques y otras zonas públicas.

• Árbol
• Virutas
• Mantillo de corteza gruesa (no astillas de corteza fresca)
• Estaca de apoyo
• Listones
• Cuerda de coco o cuerda de cáñamo suelta
• Tierra para plantar
• Lámina (como base para la excavación si plantas el árbol en el césped)

• Podadora (p. ej. STIHL GTA 26)
• Martillo de goma
• Clavadora de postes
• Pala u horquilla para suelos pesados
• Cuchilla en árboles de contenedores
• Manguera de jardín con accesorio de pulverización
• Carretilla
• Guantes

Trabajar con máquinas potentes es divertido y te permite superarte. Es recomendable que te asegures de utilizar ropa de protección eficaz y segura. Utiliza siempre tu equipamiento de protección individual cuando trabajes con tus máquinas y herramientas de jardín. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, guantes resistentes al corte, gafas protectoras, protectores de oído, etc. Para más información, consulta el manual de instrucciones de tu máquina. Familiarízate a fondo con ella antes de utilizarla por primera vez y asegúrate de que está en perfecto estado antes de cada uso. Si lo deseas, tu tienda especialista STIHL te preparará la máquina para el primer uso y te aconsejará sobre los modelos y las tallas de la ropa de protección que podrás probarte tranquilamente. Recuerda que el equipamiento de protección individual no sustituye a una técnica de trabajo segura.

En primer lugar, riega el árbol. Coloca el árbol en una bañera o cubo lleno de agua hasta que no aparezcan más burbujas. En el caso de recipientes demasiado grandes que no se pueden sumergir, se riega el cepellón y la tierra alrededor del árbol con abundante agua después de plantarlo.

Mide el agujero para plantar y elimina las malas hierbas. El hoyo de plantación debe ser aproximadamente el doble de ancho y ligeramente más profundo que el cepellón. De este modo, el árbol tiene espacio suficiente para formar raíces fuertes. El tamaño y la profundidad del hoyo se pueden controlar con un listón de madera. Para ello, corta previamente el listón a la longitud necesaria con una sierra (p. ej.  STIHL GTA 26).

Si vas a plantar un nuevo árbol en el césped, retira este primero. Quita el césped en un radio de 30 a 50 centímetros alrededor del tronco (dependiendo del tamaño del árbol en el momento de la plantación). Para proteger la superficie de césped adyacente a la excavación, coloca una lámina o lona junto al hoyo.

Cava el hoyo de plantación y coloca la tierra sobre la lámina. Afloja ligeramente los bordes y el fondo del agujero con una horquilla o una pala. Mezcla la tierra excavada con tierra vegetal o compost. Esto es especialmente importante en suelos demasiado arenosos o arcillosos. Ten cuidado de no utilizar demasiada tierra vegetal. Esta mezcla solo sirve como ayuda al crecimiento del árbol hasta que empiece a echar raíces en el suelo del jardín.

En el caso de los árboles con contenedor, marca las raíces en el borde de la bola a unos 0,5 centímetros de profundidad con un cuchillo afilado. Esto da al árbol un impulso para formar nuevas raíces y extenderse en el suelo. De lo contrario, las raíces de los árboles de contenedor conservan el crecimiento en forma de sacacorchos de la maceta y no son estables incluso después de años.

Coloca el árbol en el hoyo, céntralo y determina la profundidad de plantación correcta con el listón del techo. Para ello, hay que colocar el listón sobre el hoyo para que se convierta en la superficie del suelo en el futuro. El cepellón no debe estar más de 1 centímetro por debajo de este, y el punto de injerto —un engrosamiento típico en la parte inferior del tronco del árbol que hacen los viveros— unos 10 centímetros por encima de este en el caso de un árbol frutal. Rellena o quita algo de tierra si es necesario.

A continuación, coloca la estaca de apoyo. Su posición está orientada hacia el tronco del árbol: se encuentra justo al lado del cepellón en la dirección principal del viento. A continuación, retira el árbol y clava el poste en el suelo en el punto marcado con una clavadora de postes. 

La profundidad de clavado se determina aproximadamente por la altura de la base de la copa, la estaca termina 10 centímetros por debajo de las ramas principales, aquí es donde se ata el árbol. Los postes demasiado largos pueden dañar la corteza de las ramas en caso de viento; los postes demasiado cortos no ofrecen suficiente sujeción al árbol. Si no estás seguro, lo mejor es que compres los postes algo más largos y los introduzcas más profundos en la tierra. Si esto no es posible, corta un trozo con una sierra.

A continuación, coloca el árbol en el centro, junto al poste, en el hoyo y alinéalo recto. En los árboles frutales, presta atención al llamado punto de injerto. Se trata de un engrosamiento típico en la parte inferior del tronco, realizado por los viveros, y que debe permanecer por encima del suelo.

Los contenedores de materiales naturales pueden permanecer en el hoyo de la planta, donde se disuelven con el tiempo. Deben retirarse los materiales y recipientes de plástico.

A continuación, vierte el resto de la tierra vegetal en el hoyo de plantación. Agita el árbol de vez en cuando para que la mezcla se distribuya bien entre las raíces. Si el suelo está demasiado seco, llena tres cuartas partes del hoyo con tierra y cúbrelo con abundante agua. Ahora hay que pisar ligeramente la tierra. 

Atención: Un suelo demasiado firme no deja pasar el aire y evita que las raíces del árbol respiren.

El árbol plantado debe fijarse al soporte para mayor estabilidad. Para ello, envuelve una cuerda de coco  en forma de ocho alrededor del tronco del árbol y de la estaca o tutor (a unos 5 o 10 centímetros por debajo del extremo del tutor). Ata la cuerda en el lado del árbol sin apretarla demasiado y un poco más alta que en la estaca. Con el tiempo, el árbol se hundirá en el suelo y ajustará automáticamente la cuerda en sentido horizontal. La cuerda permanecerá en el árbol durante unos 2 ó 3 años y se desintegrará por sí sola con el tiempo.

Ahora delimita un borde de riego alrededor del agujero de plantación relleno y llena el hueco con abundante agua. Una vez que la tierra haya absorbido el líquido, cubre la zona alrededor del árbol con una capa de virutas de madera y, a continuación, con mantillo de corteza. Esto protege el suelo alrededor del árbol de la evaporación y lo mantiene húmedo durante más tiempo. Vuelve a acolchar la zona en primavera.

Especialmente durante los primeros 5-6 años tras la plantación, el suelo alrededor del árbol, conocido como disco de árbol, debería estar abierto o acolchado. El disco de árbol debe ser un poco más grande que la copa del árbol, es decir, tener un radio de entre 50 a 60 centímetros. Después, la hierba puede crecer hasta cerca del tronco.